La buena noticia es que el equilibrio entre trabajo y vida personal no tiene por qué ser un objetivo difícil de alcanzar. Aquí dejo algunas técnicas para minimizar el impacto del estrés en tu vida diaria y que te ayudarán a estar mejor en el trabajo y en casa.
No dejes todo para último momento
La clave para vivir tranquilos es enfrentar las tareas diarias sin dilaciones, pero sin apuro. Además, hay menos distracciones y menos gente alrededor por la mañana y también en muchos casos la mente está más alerta. Por eso, ¡trabaja temprano y termina temprano! De este modo tendrás más tiempo de realizar actividades que te relajen y no te llenen de estrés.
Disfruta de la hora de comer, en lo posible fuera de la oficina
Deja la oficina para dar un breve paseo o ir al gimnasio. No caigas en la trampa de decir "no tengo tiempo". Los estudios realizados muestran que un número cada vez mayor de empleados evitan salir para el almuerzo y comen en sus escritorios. Pero esto, sin embargo, en lugar de conducir a una mayor productividad, podría resultar en que el estado de alerta disminuya y la toma de decisiones sean menos eficaz. Respira bien y mantén una buena postura; cada hora dedica unos minutos a enderezarte, cerrar los ojos, pestañear (especialmente si trabajas frente a una computadora) y concéntrate en tu respiración. Especialmente esto último puede obrar maravillas en términos de manejo del estrés.
Ordena tu trabajo
El recurso de hacer listas de tareas y prioridades parece algo trillado ¡Pero funciona! Incluso, antes de dejar el trabajo podrías hacer una lista REALISTA de las tareas que deseas realizar al día siguiente. Esto te ayudará a vaciar tu mente de las cuestiones del trabajo y te permitirá centrarte en el viaje a casa en algo más placentero.
Si necesitas dejar el estrés en el trabajo, no dejes para mañana estos consejos simples pero efectivos que harán de tu vida laboral sólo un medio para vivir mejor, y no una diaria tortura.
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